Estamos leyendo.... La evolución de Calpurnia Tate (Jacqueline Kelly) en Zaragoza

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viernes, 23 de febrero de 2007

¿Cómo leemos?


Nuestra descripción del lugar, el momento, el sonido de fondo… y la concentración con la que leemos; ¿Volvemos atrás?, ¿Leemos igual el periódico que un libro?, ¿Debemos cerrar un libro si nos está costando mucho leerlo o no nos gusta?

Cada uno de nosotros tiene una respuesta única. A mí me gusta leer sin música de fondo, sin ruido. En la mesilla tengo libros de esos que yo llamo “de dormir”. Sigo el hilo a duras penas y ya está, nada tienen que ver con los “otros” libros, esos de infusión, sentada en una mesa, concentrada, a veces incluso con lápiz y papel. Tampoco con los “de viaje”...

Unos leemos en el autobús, otros leemos en el sofá o en la cama. Por la mañana, por la tarde… algunos no leen por leer, otros lo hacemos…

Aprendí a cerrar un libro tras tenerlo mucho tiempo en mi mesilla. Reempezarlo y reempezarlo… finalmente me venció, o quizás yo a él.

Yo creo que sí, que se deben cerrar lo libros, no pasa nada… Igual no es su momento ni su contexto, podemos retomarlo más tarde o simplemente pasó… Ese libro pasó…

¿Y vosotros? Cómo leéis? Contadnos…

4 comentarios:

Anónimo dijo...

YO leo sentada en els salon en un sofa pequeñito donde tambien veo la tele. suelo acercarlo a la ventana y siempre leo de dia porque la luz artificial me cuesta mas. no me gusta el rueido cuando leo.me gusta consilencio.tengo que leer con gafas y me cuesta y se me cansa la vista pero siempere a sido asi hasta de joven. me encanta leer.leo todo y el periodico tambien todos losdias. leo hata la publicidad del buzon.
gracias por esta oportunidad para leer.

Anónimo dijo...

Mil gracias por tu reflexión. Me parece maravillosa. Es cierto; leemos un montón de cosas a lo largo del día. Les prestamos distintas atenciones... pero creo que pocas cosas son tan mágicas como muchas obras literarias. ¿Igual éste es uno de sus secretos?
Arancha. A. Coordinadora

Anónimo dijo...

Yo soy incapaz de leer en la cama,en cambio si puedo eschar música, hasta quedarme dormido. Sobretodo música de la buena, de la de mi tiempo. Porque siempre hubo música romántica y buenos cantantes.

Para leer necesito estar bien sentado y cómodo, con buena luz. Si es un asiento justo mejor para no dar lugar al sopor o somnolencia. Aunque desde luego para repasar lo que interesa del periódico ya se necesita más amplitud por la apertura de los brazos. Es como mirar un mapa de carreteras cuando te has perdido, que consultas lo que te intetresa y se plega.

Pero un libro no es un periódico. Cada libro contiene en su interior algún valor interesante, como para no deshacerse de el. Un libro no puede ser objeto de basura.

Siempre hay en puesto en algún lugar para donarlo. Quizás a otra persona le puede ser de utilidad.

¡Ha! si un libro da pereza leerlo, antes que mantener el rechazo a leerlo lo mejor es darlo ya. Mantenerlo cerrado, ocupando un espacio y lleno de polvo es absurdo. Pero la realidad es otra. Seguro que en todo hogar hay libros cumpliendo esa función, entre ellos el mío.

Anónimo dijo...

¿Sabíais que hay un movimiento para abandonar libros y que otra persona los encuentre y los lea y luego vuelva a abandonarlos para continuar la cadena?

Nació en Estados Unidos, se internacionalizó por la red y ya cuenta con muchos adeptos en muchos países incluido el nuestro...

Se trata de liberar libros...

Ellos se definen como Club de Lectura sin fronteras geográficas... Aquí os pongo la dirección de internet por si quereis saber más:

http://www.bookcrossing-spain.com/

Un saludo y buena lectura.
Arancha Añaños