Acabamos las páginas de Cielo Nocturno descubriendo que nuestro personaje no acaba de encontrar su lugar en el mundo, ni tan siquiera en una ciudad que son muchas: Zaragoza, Madrid, Benarés (India)… todas tienen cabida en las palabras de Soledad Puértolas.
Podemos caer en la tentación de pensar que hay algo biográfico en su escrito, muchas son las coincidencias pero ninguna la certeza. Ése sabernos ante un personaje es mágico. Toda una experiencia que abre infinitas posibilidades y nos desplaza a través de una ciudad imaginada. Un personaje femenino, sin nombre, es la que nos aventura en todo un mundo de reflexiones.

Mauricio supone un antes y un después, también su expediente universitario, sus relaciones familiares y en definitiva todo aquello de lo que la vida se compone.
Una familia es cuestión de azar, conocer a Maite, “navajita”, y su tremenda historia también es azar…. ¿Siempre vamos hacia delante y somos todas esas experiencias? ¿Somos eso mismo o la mezcla de todo ello?

¿Podemos hablar de algo diferente una vez leído Cielo nocturno? ¿Se nota que es un libro escrito por una mujer? ¿Existen realmente diferencias en los temas que tratan escritores o escritoras?