
El 21 de Febrero de 1809, Zaragoza encabezada por la Junta de Defensa en la que Palafox, enfermo de tifus ha delegado, entrega sus armas. Se había quedado sola en el sector norte de la península.
Han transcurrido dos meses de asedio prácticamente sin tregua; Paulatinamente el hambre, el hacinamiento y las epidemias, casi más que las armas, han mermado una población muy debilitada tras el primer asedio.
¿Qué es lo que motiva que pese a la inferioridad de fuerzas se resista? Careciendo casi de sentido Zaragoza lucha hasta que no puede más, lleva hasta el límite sus fuerzas. Posteriormente unos doce mil zaragozanos no juran ante José I, pese a saber que las consecuencias de su obstinación podrán ser terribles.
Así pasará Zaragoza a la historia como una ciudad vencida y no rendida, como una ciudad resistente, terca y obstinada.
Las consecuencias de la guerra: odio, humillaciones, vejaciones... Vencedores y vencidos. Sólo el paso del tiempo tratará de recolocarlos en la historia.