Españolada

“Porque bastante malo es de por sí morirse para encima morirse viendo cine español. Y esperando no haber defraudado a nadie con esta digresión (...) ”

Pues creo que sí podemos sentirnos defraudados, La Aventura del Tocador de Señoras parece un guión de “españolada”.

El uso de la primera persona, solicitar la participación del lector, el énfasis en descripciones detalladas, la peluquería, el chalet... la ropa. Los personajes parecen salidos del Cluedo, aquel juego de encontrar al asesino... podía ser el mayordomo, la señora... El encuentro de todos los personajes, casi todos en el chalet y el sorprendente resultado final.

La mayor ironía es que profundizando sí que encontramos la transformación de esa sociedad tan prototípica de nuestro pasado cercano; se percibe la decadencia a través de las ilustres palabras de nuestro personaje, de su resolución con el diálogo y con la verdad... Todo ello sale indemne a pesar de que no nos sea muy del agrado y simpático o de que incluso, en ocasiones nos pueda parecer chapado a la antigua, verderol y con pocas luces.

¡Destape!

“En la retorcida mentalidad de tu generación esto era posible porque los hombres tenían en tan bajo concepto a las mujeres que siempre les pagaban para llevárselas al huerto, y ellas se tenían a sí mismas en tan poco que cobraban encantadas y luego se lo daban a un chulo”

En estas líneas del libro aparece el reflejo de una imagen muy trasladada a nosotros. Coincide con el destape, la llegada de turistas a nuestro país, el cine… con el planteamiento de una transición diferente, la de aquellos que crecieron antes de ella pero veían minados sus privilegios, su poder adquisitivo y su seguridad no asentada desde luego en una nueva legalidad: Ésa que era “más presentable pero de más difícil acomodo”.

¿Fue esa imagen de la mujer tan generalizada? Por el contrario ¿fue uno de los mitos creados por un régimen incapaz de asumir otros tipos de mujer no dependientes de un hombre? ¿Socialmente eso era lo real?