El conflicto entre ambas familias se extiende a la ciudadanía, siervos, señores, doncellas... pese a que “la contienda es entre nuestros amos y entre nosotros sus criados” . Todos inmersos en un duelo sólo aplacado con la muerte de sus herederos, enamorados contra el destino, la tradición, contra lo impuesto, Romeo Montesco y Julieta Capuleto.
Una fiesta en casa de los Capuleto tratará de consolidar la pretensión de Paris y clandestinamente de liberar a Romeo de las garras del amor.
“Mi único amor, nacido de mi único odio! ¡Demasiado tiempo le vi sin conocerle, y demasiado tarde le he conocido! ¡Prodigioso principio de amor que tenga que amar a un aborrecido adversario!
¿Es el amor más fuerte que el odio? ¿Es, acaso amor, también odio? ¿Es el amor, al igual que la fe, irracional, o lo irracional es el odio?
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